En los confines australes del país, donde el frío desafía la vida cotidiana, Puerto Williams y Puerto Toro enfrentan un problema urgente y persistente: el congelamiento de las cañerías de agua potable. Durante los meses más crudos del invierno, con temperaturas bajo los -12 °C y vientos que superan los 80 km/h, el agua deja de fluir y la rutina de cientos de hogares se ve gravemente afectada.
La población, muchas veces sin otra opción, adopta soluciones improvisadas como dejar correr el agua durante la noche o cubrir medidores con ropa vieja. Estas prácticas, aunque comprensibles, resultan ineficientes, costosas y altamente insostenibles, generando un enorme desperdicio de agua y aumentando significativamente el gasto en servicios básicos. La ausencia de infraestructura adaptada a climas extremos, sumada a la diversidad de viviendas y materiales, impide aplicar soluciones estándar.
La Ilustre Municipalidad de Cabo de Hornos busca una respuesta tecnológica a este desafío: una solución accesible, autónoma y fácil de instalar, que impida que el agua se congele en redes domiciliarias sin alterar su calidad, sin necesidad de grandes obras y capaz de funcionar incluso sin conexión eléctrica estable. Esta innovación debe operar con eficiencia energética, ser compatible con distintos tipos de cañerías y resistir las condiciones hostiles del clima subantártico.
Lograr esta solución no solo significa garantizar un derecho básico como el acceso continuo al agua, sino también ofrecer un modelo replicable para otras zonas extremas del país. Es una invitación a usar la ciencia y la tecnología para mejorar la vida cotidiana de comunidades remotas que, incluso en los rincones más alejados, merecen vivir con dignidad y seguridad.
“El 56% de los hogares deja correr el agua en invierno, duplicando su consumo mensual para evitar que se congele.”
“No existe una normativa específica para proteger térmicamente las cañerías en contextos subantárticos.”
“La solución debe ser autónoma, de bajo consumo y fácil de instalar incluso en viviendas con adultos mayores.”
El congelamiento de cañerías en invierno corta el acceso a agua potable, afectando hogares, salud y servicios básicos.
Desarrollar un sistema autónomo que impida el congelamiento del agua potable en redes domiciliarias australes.
Etapa 1: $40MM (5 proyectos) – Etapa 2: $90MM (3 proyectos) – Etapa 3: $200MM (1 proyecto)
Validación técnica
5
4 meses
$40.000.000
La primera etapa tiene como objetivo desarrollar y validar un prototipo que impida eficazmente el congelamiento del agua potable al interior de cañerías domésticas expuestas a temperaturas de hasta -12,6 °C. Este prototipo deberá operar de forma autónoma, sin alterar las propiedades del agua, ni requerir intervención permanente por parte de los usuarios.
Las pruebas se realizarán en entornos simulados de laboratorio que reproduzcan las condiciones térmicas y de humedad propias de Puerto Williams y Puerto Toro. Se evaluarán variables como consumo energético, tiempo de respuesta térmica, compatibilidad con distintos materiales (PVC, cobre, PEAD, etc.), facilidad de instalación y nivel de mantenimiento requerido.
Este primer paso busca asegurar que la solución propuesta sea efectiva, segura y replicable, sentando las bases para su prueba en viviendas reales en la siguiente etapa.
Una vez probado en laboratorio, el sistema será instalado en viviendas reales seleccionadas en Puerto Williams y Puerto Toro. Allí deberá enfrentar condiciones invernales auténticas: frío persistente, vientos intensos, variabilidad en la infraestructura de cañerías y desafíos logísticos para mantenimiento.
Se observará la capacidad del sistema para funcionar de forma continua durante semanas sin intervención técnica, adaptarse a distintos tipos de conexiones, resistir el clima extremo y mantener la calidad del agua potable según normativas vigentes. También se evaluará la experiencia de las personas usuarias, incluyendo facilidad de uso y percepción de seguridad.
Los aprendizajes obtenidos permitirán mejorar la solución, escalarla de manera responsable y adaptarla a una diversidad de realidades dentro de la comuna.
Implementación piloto local
3
6 meses
$90.000.000
Escalabilidad territorial
1
10 meses
$200.000.000
La tercera etapa busca escalar la solución tecnológica a una implementación comunitaria. El sistema será instalado en un conjunto representativo de viviendas, recintos públicos e infraestructuras críticas de Puerto Williams y Puerto Toro, asegurando cobertura amplia y evaluación integral.
Además del monitoreo técnico y ambiental, se formarán técnicos locales para operar, mantener y promover la solución, fortaleciendo la autonomía comunitaria y la sostenibilidad del proyecto en el largo plazo. Se incorporarán encuestas de satisfacción, mediciones de reducción de roturas y gastos, y cálculos del ahorro hídrico logrado.
Esta fase no solo busca demostrar la viabilidad técnica de la solución, sino también validar su impacto en la vida cotidiana de las personas, la eficiencia del servicio hídrico y la resiliencia frente al cambio climático.