En la isla Rey Jorge, dentro del Territorio Chileno Antártico, opera la base científica Profesor Julio Escudero, centro neurálgico de las investigaciones polares del país. Allí, donde las temperaturas bajo cero y el aislamiento son la norma, existe un problema crítico que amenaza la sustentabilidad del quehacer científico: la planta de tratamiento de aguas servidas no fue diseñada para resistir las condiciones polares.
La actual infraestructura no logra filtrar contaminantes emergentes como microplásticos, antibióticos o residuos hormonales. Su rendimiento se ve aún más comprometido por la estacionalidad de la base, que alberga desde 10 personas en invierno hasta 80 en verano, con demandas de agua y tratamiento altamente variables. Además, el acceso limitado, la logística compleja y las restricciones ambientales hacen inviable cualquier solución tradicional.
El Instituto Antártico Chileno (INACH) lanza este desafío para encontrar una solución innovadora: un sistema modular, transportable y autónomo que permita tratar aguas grises y negras de manera eficiente, sin alterar la frágil ecología del continente blanco. Esta solución debe cumplir con las normativas chilenas e internacionales, tener bajo consumo energético, monitoreo automatizado y ser de operación simple para el personal en terreno.
Este esfuerzo no solo busca proteger uno de los ecosistemas más prístinos del planeta, sino también establecer un estándar de sustentabilidad para las actividades humanas en la Antártica, alineado con los compromisos internacionales asumidos por Chile en materia ambiental.
“La planta actual no elimina microplásticos ni antibióticos, y no fue diseñada para operar en clima polar.”
“Una solución de tratamiento sustentable es clave para cumplir compromisos ambientales y proteger la Antártica.”
“Necesitamos un sistema simple, autónomo, prefabricado y con monitoreo remoto para operar en condiciones extremas.”
Ausencia de una planta de tratamiento de aguas servidas adaptada a las condiciones polares y a contaminantes emergentes.
Diseñar un sistema modular, eficiente y sustentable para tratar aguas residuales en la base Julio Escudero en la Antártica.
Etapa 1: $25MM (4 proyectos) – Etapa 2: $80MM (3 proyectos) – Etapa 3: $200MM (1 proyecto)
Prueba en entorno controlado
5
6 meses
$40.000.000
En esta primera fase se desarrollará un prototipo funcional capaz de tratar aguas grises y negras en condiciones simuladas de clima extremo, similares a las de la Base Científica Julio Escudero. La solución deberá garantizar la eliminación de contaminantes tradicionales y emergentes (como microplásticos, antibióticos y residuos hormonales), sin alterar las propiedades químicas ni microbiológicas del agua.
El sistema deberá ser modular, prefabricado y energéticamente eficiente, capaz de operar de forma autónoma con monitoreo remoto. Se valorará que la solución requiera una instalación simple y un mantenimiento mínimo, proyectando su aplicabilidad real en un entorno logísticamente desafiante.
Esta etapa también permitirá establecer protocolos de operación, evaluación y verificación ambiental, alineados con la normativa sanitaria chilena y los compromisos internacionales de protección del ecosistema antártico.
La segunda etapa traslada el prototipo desde el laboratorio a entornos rurales o australes con características climáticas y logísticas similares a las de la Antártica. El objetivo es evaluar su desempeño técnico y operacional en situaciones reales: carga variable, acceso limitado, clima hostil y baja infraestructura de soporte.
Durante esta fase se monitoreará la eficiencia del tratamiento, la autonomía energética, la facilidad de operación por personal no especializado y la estabilidad de resultados en el tiempo. Los aprendizajes obtenidos permitirán ajustar el diseño, reforzar componentes críticos y validar los beneficios ambientales y sanitarios de la solución.
Será también una oportunidad clave para testear modelos de implementación, logística de transporte, protocolos de mantenimiento y manuales de uso.
Validación en contexto real
3
6 meses
$90.000.000
Implementación en la Base Julio Escudero
1
12 meses
200.000.000
La última etapa consiste en llevar la tecnología directamente a su destino final: la Base Julio Escudero del INACH en la isla Rey Jorge. El sistema deberá ser instalado y operado durante una temporada completa, enfrentando directamente los desafíos del ambiente polar: temperaturas bajo cero, oscilaciones en la demanda, baja disponibilidad energética y restricciones logísticas severas.
Durante esta implementación se monitorearán parámetros clave en tiempo real, se capacitará al personal de la base y se evaluará el impacto del sistema en la reducción de contaminantes, eficiencia de consumo y sostenibilidad ambiental. También se levantará evidencia para su eventual escalamiento a otras bases científicas chilenas.
Este hito permitirá consolidar un modelo pionero en tratamiento de aguas para zonas polares, posicionando a Chile como referente en soluciones tecnológicas sustentables para entornos extremos.